Alta inflación patagónica vs exportación en puja por barrera sanitaria
El Ejecutivo pospuso por 90 días la autorización para el ingreso de carne con hueso a la región, una medida que buscaba reducir los precios locales —hasta un 100% superiores a los del resto del país— pero que generó rechazo entre los productores patagónicos.
La resolución modificaba los protocolos sanitarios para permitir la entrada de carne con y sin hueso desde zonas «libres de aftosa con vacunación» hacia áreas «libres de aftosa sin vacunación» de mejor calificación sanitaria en el mercado internacional.
La fiebre aftosa, enfermedad viral que afecta a bovinos, ovinos, caprinos y porcinos. En 1990, en la Argentina se puso en marcha un plan de control de la fiebre aftosa y se designó al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) como el organismo responsable del control y la erradicación de la enfermedad.
Pero tras un rebrote en 2001 se llevó a cabo la regionalización sanitaria. La Patagonia fue declarada zona libre de aftosa sin vacunación y desde entonces mantiene restricciones para proteger su estatus exportador. Aunque esto limita el abastecimiento interno y eleva los costos.
Reacciones políticas y productivas
La decisión cayó muy mal en los gobiernos de Neuquén y Río Negro. El gobernador rionegrino Weretilneck cuestionó la decisión: «Destruye lo que miles de productores construyeron con esfuerzo durante dos décadas». Criticó que «un burócrata pretende borrar todo de un plumazo para favorecer a los grandes supermercados y exportadores».
Desde Neuquén salió el secretario de Producción, Juan Peláez, y dijo que la medida fue «sorpresiva e inconsulta». El gobernador Rolando Figueroa estuvo en Buenos Aires y allí habría tenido conversaciones con funcionarios de Ganadería y con el propio ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo.
Argumentos contrapuestos: baja de precios vs exportación
La principal razón por la cual el gobierno nacional decidió sorpresivamente dejar sin efecto la norma que impedía por más de dos décadas el ingreso a la región patagónica de carne bovina con hueso procedente de la zona pampeana es necesario buscarla en el último informe oficial de evolución de precios minoristas del Indec.
El pasado mes de febrero el aumento de los precios de alimentos a nivel nacional fue del 3,2%, el cual estuvo impulsado en gran parte por un ajuste del valor de la hacienda que se trasladó de manera inmediata a los cortes vacunos.
La cuestión es que ese indicador en la zona patagónica, gracias a la protección de la barrera sanitaria, fue del 4,4%, lo que terminó afectando el indicador a nivel nacional al ponderarlo con los datos del resto de las regiones argentinas.
Aunque el Gobierno argumenta que la apertura aumentará la oferta y reduciría precios, la experiencia con la carne sin hueso —ya permitida— muestra que los valores patagónicos siguen elevados. La prohibición original de 2001 busca preservar el estatus sanitario, clave para exportar a mercados exigentes.
En los primeros seis meses de 2024, la región patagónica aumentó sus exportaciones de carne bovina en un 20,4% respecto al mismo período del año anterior y exportó 5.022 millones de dólares. Los principales destinos fueron USMCA, “Resto de ALADI”, Mercosur, Unión Europea y Medio Oriente.
Los ganaderos alertaron sobre la pérdida de su estatus sanitario y los beneficios comerciales. La eliminación de la restricción también habilitaría el ingreso de carne extranjera, en especial de Brasil, intensificando la competencia en el mercado regional.
La ministra de Producción, Laura Mirantes, expresó su asombro y preocupación tras conocer la noticia de que Brasil podrá exportar carne con hueso a la Argentina, incluido el mercado de la Patagonia, a partir del 1 de abril.
La ministra señaló que, aunque la carne proveniente de Brasil podría no afectar de manera inmediata los precios del mercado local, el riesgo está en la capacidad de producción de las provincias patagónicas en comparación con los grandes volúmenes que Brasil podría introducir al mercado.
Esto podría poner a los productores de la región en una posición desfavorable frente a las grandes producciones de carne que manejan otras zonas del país y de Brasil.